dit i fet


El 15 de mayo, próxima festividad de San Isidro, hará ahora ocho años que tuve el primer contacto con Antoni, fue a través de un mensaje electrónico que le remití.

Su nombre me lo había dado un contacto que tenemos los dos en Argentina, en una historia muy rocambolesca, que todavía hoy sorprende a Clàudia, la hija de Antoni.

Yo guardaba desde hacía años un reportaje que había escrito Antoni en una revista musical sobre un grupo llamado King Crimson. Cuando vi que se trataba de la misma persona pensé: “Joder, qué casualidad”.

Pero, como dice Clàudia: “Les casualitats no existeixen”.

Fuera como fuere, lo cierto es que desde ese día hasta de hoy nos hemos cursado 6.143 mensajes electrónicos, con sólo un veto que pactamos al principio de conocernos personalmente: nada de política; y así ha sido y espero que así siga.

Con el transcurso del tiempo Antoni me animó a colaborar en sus proyectos en la parte gráfica de los mismos, y así fue, y hasta la fecha he tenido el honor colaborar en las obras:
Per al meu amic, Lubricidi (traducido de momento a cuatro idiomas y que podéis encontrar en internet), Nu dry (boadas mix) y los poemas que nos reúnen a todos hoy aquí: De vegades un no pot desfer-se d’una bomba.

Cuando el 14 de abril de 2004, un mes y pocos días después del atentado del 11M, le di a leer a Maribel los casi doscientos poemas que había escrito el poeta, dedicando un poema a cada una de las víctimas exclamó: “Fantástico, como diría tu padre”, y se emocionó.

A los pocos días del atentado aparecieron en La Vanguardia, a modo de homenaje, fichas de todas las víctimas que nos mostraban a través de sus familiares y amigos cuáles habían sido sus ilusiones y sus esperanzas.

Cuando las vio, Maribel me dijo: “El poeta y tú podríais hacer algo importante con este material. Podéis ayudar a estas familias”.

Sabía a lo que se refería.

No dije nada y me puse a escribir a Antoni un mensaje de urgencia.

Y le pase toda la responsabilidad a él diciéndole: “Yo no puedo ayudar a esta gente pero tu sí. Podías hacer un poema de cada víctima con la información que nos dan las fichas de La Vanguardia”.

Dit i fet.

Antoni cogía La Vanguardia y, mientras hacia su trayecto diario en autocar Reus-Tarragona y viceversa, iba confeccionando sus poemas uno a uno.

Eran días de mucha tensión para todos, pero sobre todo para él: “Estic neguitós”, “Tinc ganes de plorar”, “Tinc mal de panxa”, “Cago sang”, “Tot això em supera”, “Acabaré explotant”...

Le dije a Maribel que teníamos que hacer una presentación de los poemas y me comentó que sería una buena idea que fueran leídos por un actor catalán de prestigio. Y que ella misma se cuidaba del tema. Y así fue, se pasó días en internet escuchando voces de actores catalanes, hasta que se decidió por Jordi Dauder. “Es el mejor”, dijo.

Nos pusimos en contacto con él y accedió a recitar los poemas gratuitamente.

Maribel, mientras, iba traduciendo al castellano algunos poemas, pues tenía la idea de que cada familia tuviera, además de la versión original del poeta, su traducción correspondiente al castellano.

Decía: “Hay víctimas no sólo españolas sino también de otros países, y es más fácil que lo entiendan en castellano que en catalán”.

Maribel ya había traducido al castellano los poemas de Antoni de la obra antes citada Lubricidi
, por lo que ya sabía de la dificultad de traducir los poemas de Antoni, pero no quedo muy satisfecha de la versión traducida, diciendo: “No queda bien”, y así quedo el tema.

Paralelamente, Antoni y yo nos pusimos en contacto con dos centros comerciales de prestigio en Barcelona con el fin de solicitarles que nos cedieran sus salas de actos para la presentación.

Tampoco hubo problemas en este sentido y todo fueron facilidades. Sí los hubo con el tema de la venta, pues nos indicaron que los libros o los DVD tenían que estar con el código de barras y no tan sólo esto, sino que luego no nos podían dar la recaudación de venta aunque la misma fuera para destinarla a la asociación de victimas del 11M, que es donde queríamos que fuera todo el dinero recaudado, tanto del acto como de la posterior venta.

Nos desanimamos, principalmente Maribel, ella que era todo generosidad. No entendía como esto podía ser posible. No quiero entrar ahora en comentar las valoraciones que hacía del tema, pero fueron muy duras y hasta quizás algunas de ellas injustas. Seguro que os podéis imaginar lo que dijo.

Aplazamos el tema unos meses hasta encontrar una solución. En esos días y sólo para este tema, Antoni y yo nos cruzamos 215 mensajes.

Pero, ay, como dice Antoni: “La gran mentida”.

Es cierto que la vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes.

Maribel nos dejó el 28 de abril del año siguiente. Fue la única putada que hizo en su vida.

Nos hundimos del todo y dejamos los poemas en un cajón.

Y hoy, cuatro años después del atentado, aquí estamos en Reus y con fuerzas renovadas, cumpliendo la promesa que le hicimos a Maribel, con la presencia de sus hijos, María y Gabi, y de algunos de sus amigos, con un acto más sencillo que el previsto en el 2004 pero no menos importante y emotivo.

No quiero dejar de agradecer a toda la gente que se implicó en el proyecto original de una forma u otra: Jordi Valls, Rachel Arieff, César Martí, Berta Yebra, el citado Jordi Dauder...

El apoyo y ánimos de Maite y Clàudia, mujer e hija de Antoni. No imagino la paciencia que debieron de tener con Antoni todo ese tiempo.

Seguro que me dejo a alguien más, si es así les pido disculpas.

Bien, quien conozca la obra del poeta se sorprenderá de nuevo con estos poemas; y quien todavía no haya leído nada de él también se sorprenderá.

Como él mismo define su escritura: “Es barregen diverses realitats i diverses ficcions per formar una sola realitat o una sola ficció”. Esto es así en casi toda su obra, pero la frase adquiere todo su significado en su libro La força de la fe.

Antoni no deja espacio para la reflexión, como dijo Kafka en frase que él también suscribe: “La literatura ha de ser un cop de mall al cap”; y eso es lo que es el presente libro.

Nos pondremos en contacto con Pilar Manjón, a quien le haremos llegar los poemas y le comentaremos todo lo acaecido hasta ahora.

Veremos de encontrar una fórmula para sacar adelante los poemas y toda la recaudación será remitida a la asociación de víctimas A11M.

Hemos de cerrar el círculo.

Se lo debemos a Maribel y a nosotros mismos.

Y, para finalizar, os voy a leer una frase del escritor japonés Murakami, referencia muy importante tanto para Antoni como para mí, y que dice así:

“Pues bien, así es como vivimos nuestras vidas. Da lo mismo que seamos víctimas de una pérdida irreparable, da igual que el que nos haya sido robado sea imprescindible, y hasta da lo mismo si nos transformamos en personas completamente diferentes que solamente conservamos nuestra capa exterior de antes, nosotros seguimos desarrollando el papel de nuestras vidas en silencio. Nos acostamos en el espacio de tiempo que nos toca vivir, repetimos muy a menudo y sin convencimiento los actos interminables de cada día y dejamos atrás un sentimiento de vacío inconmensurable...”

Maribel.

Callado está dicho.

Moltes gràcies a tots.

Agustí Sánchez Vicente
Reus, 11.3.2008